Este DLC contiene una cazadora, dos aspectos de arma y un aspecto de herramienta:
- Ángel de la Muerte (cazadora)
- Sepulcro (Drilling)
- Voto Negro (pistola Sparks con silenciador)
- Agarre de la Muerte (puño americano)
Ángel de la Muerte
Nacida en la oscuridad de la misma cripta subterránea donde la habían enterrado viva, el Ángel de la Muerte pinta el pantano bajo la luz de la luna con sangre tan negra como la tinta. ¿Es un espectro? ¿Una asesina? ¿La misma muerte? Quizá lo más adecuado sea no descartar ninguna de esas opciones.

Sepulcro
Cuando enterraron viva la mujer que se convirtió en Ángel de la Muerte, no estaba sola. También había una colección de armas malditas que pertenecía al tirano al que había traicionado. Este Drilling estaba entre ellas. Su oscuridad inherente queda evidenciada con cada bala que dispara.

Voto Negro
Los vientos de la medianoche se burlan del Ángel de la Muerte con las amenazas silenciosas del Tirano Nocturno. Un disparo de esta pistola Sparks con silenciador emula eso susurros. Con cada muerte, siente que el espíritu cruel de su anterior dueño se fusiona con el suyo, envenenándola con su sed de sangre.

Agarre de la Muerte
Cuando quedó atrapada en las sombras del abrazo de su tumba, el Ángel de la Muerte usó este puño americano para romper el mármol desgastado y liberarse. Comparado con el desafío de escapar de la muerte a través de la piedra sólida, la carne y los huesos no son nada.
La próxima vez que camines por el cementerio de Blanchett de noche, trata de percibir el cambio en el aire cuando la luna está en su apogeo y su pálida luz baña el pantano. Atiende al viento que porta susurros torturados, empujándote a tomar una ruta más larga hasta el botín. Ten cuidado con su mirada, te advertirán. Ten cuidado con su guadaña insaciable.
Ten cuidado con el Ángel de la Muerte.
Hay quienes desoyen tal consejo: uno subió al campanario de la iglesia, gritando a los vientos que había visto el rostro de la muerte, que estaba listo para ascender a una especie de cielo corrupto. Luego saltó, en silencio, como la ceniza que cae, hasta que se encontró con la tierra.
Otra víctima abandonó a su equipo para regresar al cementerio de Blanchett a por un premio que había visto previamente. Más tarde acabaron encontrando su cabeza cruelmente dispuesta sobre una estatua del cementerio de un ángel que lloraba. El ángel tenía ahora una nueva cara, con nuevos ojos de los que emanaban otro tipo de lágrimas.
John Victor no creía en las historias de fantasma. Ese supuesto "Ángel" seguramente no fuera más que otra cazadora chalada. Tras tantas historias sobre su guadaña, se había preparado para una batalla a corta distancia, pero su compañero cayó muerto antes siquiera de entrar al cementerio. Desconcertado, los ojos de Victor trataron de hallar el origen de aquel sonido: un arma dispuesta que parecía estar hecha de la misma sombra que la sujetaba. La tenue luz de la luna iluminó brevemente la calavera empapada de aquella figura antes de desaparecer en la oscuridad. No debía de haberlo visto.
La vez siguiente que durmió, tuvo pesadillas como jamás había sufrido. Visiones de un cazador que se lanzaba en picado hacia el suelo. Otra con la cabeza incrustada sobre una estatua.
Ten cuidado, le susurró la cabeza en sueños. Ten cuidado con el fantasma del cementerio de Blanchett.
¿Son ciertas las historias de fantasmas? Por estos lares, cazador, depende de a quién preguntes.