o Man’s Sky es uno de esos juegos que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un símbolo de transformación, perseverancia y evolución dentro de la industria del videojuego. Lo que alguna vez fue criticado por promesas incumplidas, hoy destaca como uno de los títulos más ambiciosos, completos y gratificantes que se pueden disfrutar. Es difícil pensar en otro ejemplo tan claro de un estudio que haya apostado tanto por su propia visión, dedicando años de trabajo gratuito en actualizaciones gigantescas que han elevado el juego a un nivel que supera con creces las expectativas más optimistas.
Desde el primer momento en que despiertas en un planeta desconocido, rodeado de fauna exótica, biomas vibrantes y un cielo que parece pintado a mano, No Man’s Sky te atrapa con su belleza procedural. La magia del juego es que nunca sabes exactamente qué vas a encontrar. Cada planeta tiene algo especial: temperaturas extremas, criaturas únicas, misteriosas ruinas antiguas, fenómenos climáticos impresionantes o recursos valiosos que podrían ser la clave para mejorar tu nave o tu exotraje. Explorar deja de ser una simple mecánica para convertirse en una experiencia contemplativa, casi terapéutica, donde el ritmo lo pones tú.
La exploración es, sin duda, uno de los pilares que mejor representa la esencia del juego. Viajar por el espacio sin pantallas de carga, descender desde la órbita de una estrella hasta la superficie del planeta con total fluidez, y luego despegar de nuevo para visitar otra galaxia es algo que No Man’s Sky hace mejor que cualquier otro título del género. Hay una sensación constante de libertad, un “puedo ir a donde quiera” que pocos juegos logran transmitir. Y esa libertad no es solo espacial; también afecta a tu progreso. No estás obligado a seguir una historia lineal, aunque la hay, sino que puedes dedicarte a lo que más disfrutes: explorar, comerciar, construir bases, cazar recompensas, investigar anomalías o convertirte en un pirata espacial.
Hablando de construcción, este es otro de los aspectos que ha crecido de manera espectacular con los años. En las versiones más recientes, puedes crear bases gigantescas en cualquier planeta que te guste, desde una pequeña estación científica hasta una megaciudad futurista. Las herramientas de construcción son intuitivas, amplias y muy creativas. Incluso puedes reclutar habitantes para tu base, gestionar instalaciones especializadas e investigar nuevas tecnologías. Lo más impresionante es que, aunque construyas algo enorme, otras personas pueden visitarlo si están en tu mismo universo, algo que hace que el juego se sienta vivo y compartido.
El multijugador es una de las transformaciones más notables que ha tenido el título desde su lanzamiento. Ahora puedes unirte fácilmente a amigos, realizar misiones juntos, explorar planetas, compartir recursos, construir bases cooperativas o incluso emprender aventuras completas en grupo. Las anomalías espaciales sirven como centros sociales donde jugadores de todo el mundo se encuentran para comprar nuevas piezas de tecnología, personalizar sus personajes o embarcarse en misiones comunitarias. La sensación de ver a otros viajando por el mismo universo procedimental agrega una capa emocionante, casi como si todos formáramos parte de una enorme expedición galáctica.
Otro de los puntos más fuertes del juego es su apartado gráfico y artístico. Aunque no busca el realismo absoluto, su estética es asombrosa. Los colores vibran, los paisajes parecen lienzos surrealistas y la iluminación crea atmósferas únicas en cada rincón del cosmos. Ver un amanecer en un planeta helado, presenciar la caída de lluvia fluorescente o encontrarte con tormentas de arena en mundos desérticos es una experiencia visual que sorprende incluso después de cientos de horas de juego. La banda sonora, por su parte, complementa a la perfección la exploración: es ambiental, suave y se adapta al tono de cada situación, ya sea que estés viajando tranquilamente entre estrellas o enfrentando un combate espacial.
Y hablando de combates, No Man’s Sky también ofrece una buena dosis de acción. Puedes mejorar tu nave para combatir piratas, escoltar cargueros o convertirte tú mismo en el villano del espacio, atacando convoyes mercantes para robar sus cargamentos. También existe combate terrestre, especialmente cuando los centinelas —las misteriosas máquinas que protegen los planetas— deciden que estás alterando demasiado su mundo. La variedad de armas, módulos y tecnologías aumenta con cada actualización, lo que te permite adaptar tu estilo de juego a lo que más te divierta.
Una de las sorpresas más destacadas en los últimos años es la introducción de las fragatas y cargueros estelares. Estos enormes barcos funcionan como bases móviles y centros de operaciones. Puedes reclutar tu propia flota, enviarla en misiones, mejorar tu carguero, expandirlo con nuevas salas y gestionar todos sus módulos. Tener un hogar en el espacio que viaja contigo es una sensación increíble, especialmente cuando puedes aterrizar tu nave dentro del carguero como si fueras el capitán de una nave madre.
Además, el juego ha añadido modos especiales como Expeditions, que ofrecen temporadas con objetivos específicos, recompensas únicas y una experiencia más guiada para quienes disfrutan tener metas claras. Estas expediciones son ideales para volver al juego después de un tiempo, ya que suelen incluir novedades temáticas, mejoras de calidad de vida y sorpresas ocultas para la comunidad.
Pero quizá lo más admirable de No Man’s Sky es el compromiso de Hello Games. Pocas veces se ve un estudio que trabaje durante tantos años en actualizaciones completamente gratuitas, cada una enorme, introduciendo contenido equivalente a expansiones de pago en otros juegos. Han añadido VR, vehículos terrestres, planetas más complejos, nuevos sistemas estelares, fauna mejorada, misiones narrativas profundas, personalización avanzada, sistemas de cultivo, compañeros alienígenas, más tipos de naves, mejoras técnicas, extensión del universo y un sinfín de detalles que hacen que hoy, en 2025, jugar No Man’s Sky sea una experiencia totalmente diferente a la de su lanzamiento.
Es un juego que respira pasión y dedicación. Se nota que ha sido creado con amor por la ciencia ficción, por la exploración y por ese sentimiento infantil de mirar las estrellas y preguntarse qué hay más allá. Y lo mejor es que cada jugador vive su propia aventura: hay quienes pasan horas recolectando minerales raros, otros se dedican a construir bases gigantescas, otros cazan criaturas exóticas, algunos se convierten en comerciantes galácticos o contrabandistas, y otros simplemente viajan sin propósito, dejándose llevar por la belleza del universo.
En definitiva, No Man’s Sky no es solo un juego, es un viaje personal. Es un título que te recompensa con calma, curiosidad y asombro. Cada planeta descubierto es una historia nueva, cada salto hiperespacial es una promesa de algo inesperado y cada actualización demuestra que el universo aún tiene más que ofrecer. Si alguna vez dudaste en darle una oportunidad, este es el mejor momento. Pocos juegos ofrecen tantas horas de contenido, tanta libertad y tanto corazón como este.
Un imprescindible para todo amante de la exploración, la ciencia ficción o los juegos que evolucionan junto a su comunidad. No Man’s Sky es, sin duda, una de las mejores experiencias espaciales de la última década.
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juego infinito
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mucha jugabilidad y mecanicas nuevas
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gran variedad de naves y plantes e incluso pudiendo crear tu nave propia
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se hace repetitivo tras jugarlo muchas horas
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al inicio se puede hacer muy pesado el jugarlo por la cantidad de cosas que hay que hacer y el juego no te dice como
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dinero h nanites dificiles de conseguir al inicio