El corgi galés Bong-gu fue en su día un perro abandonado. A juzgar por su cola cortada alguien debó cuidarlo en su momento, pero, por alguna razón, dejaron de quererlo. Como ya tenía ocho años y estaba enfermo, le costaba encontrar una nueva familia. Bong-gu pasaba los días tristemente encerrado en la jaula de una perrera. Pero un día ocurrió un milagro: Bong-gu conoció a una familia. El hombre que lo adoptó parecía un tanto torpe y desaliñado, pero a Bong-gu le encantó su olor. De...
El corgi galés Bong-gu fue en su día un perro abandonado. A juzgar por su cola cortada alguien debó cuidarlo en su momento, pero, por alguna razón, dejaron de quererlo. Como ya tenía ocho años y estaba enfermo, le costaba encontrar una nueva familia. Bong-gu pasaba los días tristemente encerrado en la jaula de una perrera.
Pero un día ocurrió un milagro: Bong-gu conoció a una familia. El hombre que lo adoptó parecía un tanto torpe y desaliñado, pero a Bong-gu le encantó su olor. Desde ese momento, Bong-gu vivió el resto de sus días como cualquier otro perro: jugando, correteando, comiendo y durmiendo. Cuando llegó el final, cruzó el puente del arcoíris habiendo vivido una vida sencilla pero feliz.
Snif, snif…, este olor… Un día, en el cielo de los perros, Bong-gu se despierta de la siesta al percibir un olor muy familiar. Snif, snif... ¡Es papá! Aunque el rastro es débil, no hay duda de que es el olor de su padre, que tanto ha estado esperando. Bong-gu abandona el cielo de los perros y emprende un viaje para encontrar a su padre; un viaje que puede entrañar peligros inesperados. Igual que su padre lo encontró a él una vez, ahora es el turno de Bong-gu de encontrar a su padre.
¿Conseguirá reunirse con él?
Recorre un mundo fascinante repleto de historias caninas y humanas
En la frontera entre la vida y la muerte, el mundo fuera del cielo de los perros resulta familiar y extraño a la vez. Embárcate en un viaje a través de hermosos paisajes que combinan desiertos, montañas nevadas y playas. Sumérgete en diversos géneros de juego: aventura, acción y carreras. Y recuerda: ¡Bong-gu es un perro! Acciones como olfatear, ladrar, correr y saltar tienen sus limitaciones. Para superar los obstáculos y reunirse con su padre, Bong-gu deberá ofrecer y recibir ayuda de personas y otros perros, e interactuar con ellos para compartir las experiencias únicas de cada uno. ¡A diferencia de los gatos, un perro necesita compañía!
Una historia que también es la nuestra
Al final de su viaje, Bong-gu se reúne al fin con su padre. El viaje está lleno de alegría y emoción, pero también hay momentos tristes y difíciles. Sin embargo, el final ya estaba escrito: aquellos que están destinados a encontrarse hallarán juntos el camino de vuelta. My Little Puppy es más que la historia de un perro; es una historia de relaciones, despedidas y reencuentros que refleja la vida misma. Esperamos que esta historia sirva de consuelo a quienes esperan reencontrarse con un gran amigo o un familiar, o a quienes se preparan para una despedida inevitable. Algún día volveremos a verlos.
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