¿Producto agotado?
Cómpralo con tarjetas regaloAcerca de
Visuales
Descripción
Hablar es difícil.
Si no entiendes muy bien el funcionamiento de las interacciones humanas, ¡este es tu juego!Tu misión es sencilla: infiltrarte en un mundo de humanos extremadamente confiados, hablarles y convencerles de que no eres un robot.
El repugnante arte del discurso humano es todo un misterio. Al parecer, las palabras se pronuncian moviendo una lengua empapada y estirando los labios.
Pero no sabemos cómo funciona. No obstante, en este simulador tendrás que aprender rápido si no quieres que tu cara explote.
Ojo: si cometes errores, sus sistemas se sobrecargarán y tu IA se verá obligada a mitigar la presión activando uno de los variados errores mecánicos y explosiones faciales.
Conforme mejoras tu tecnología, aprendes a sonreír ante interacciones positivas y a fruncir ante interacciones negativas. El contacto visual también es importante, ya que los humanos tienden a sospechar si les miras fijamente a los ojos y muestras una sonrisa de oreja a oreja mientras te cuentan alguna historia trágica.
Funciones del juego
- Experimenta los 10 escenarios sociales disponibles, tales como entrevistas de trabajo, elogios, exámenes médicos y conversaciones románticas.
- Mejórate a ti mismo con las últimas innovaciones tecnológicas y sociales. Aprende a sonreir, a elevar una ceja y a evitar la incomodidad del contacto visual, igual que en la vida real.
- Se trata del sistema de galimatías más realista que jamás ha tenido un videojuego. Juega con un sistema de sonido dinámico que reacciona ante el movimiento de la lengua y la boca.
- Jugabilidad: gracias a un gran abanico de explosiones faciales, cada conversación es hilarante y única.
- Los gráficos de la lengua y las partículas salivales están diseñados con sumo cuidado y dedicación.
- Banda sonora adaptativa que cambia según la dirección de la conversación.
- Diálogo e historia totalmente originales.
- Rebájate participando en bailes humanos.
- Personaliza tu robot de la forma que más te plazca.
- Sorprendentemente, es un buen símil de la ansiedad social.