El Final Fantasy VII me ha dejado sin palabras, pese a sus anticuados gráficos, el juego me ha absorbido completamente, me ha introducido en su mundo y me he sentido parte del grupo de Cloud y compañía. Hacía demasiado tiempo que un RPG de este estilo no me enganchaba.
Por parte del Final Fantasy VIII, he de decir que este juego tiene un comienzo más aburrido que el anterior, puesto que empieza apenas sin trama, Squall en un jardín teniendo que presentarse a un examen. Pese a que no sea un inicia que enganche, recomiendo encarecidamente continuar jugando para darse cuenta de que hay una historia bastante interesante.
Como habrá podido notarse, recomiendo muchísimo estos dos juegos.