Khazan no es un héroe sigiloso ni meticuloso. Es brutal, directo y devastador. El juego lo deja claro desde el principio: este no es un Soulslike tradicional, es más un action brawler con alma de tragedia mitológica. El ritmo es rápido, los enemigos son despiadados y el sistema de combate premia la precisión y el riesgo.
Visualmente, The First Berserker: Khazan deslumbra con un diseño artístico cargado de identidad: tonos oscuros, arquitectura colosal y una ambientación que transmite desesperación sin necesidad de muchos diálogos. La música acompaña de forma perfecta, con una intensidad que se mezcla con cada golpe bien ejecutado.
En cuanto a la progresión, la demo ya muestra atisbos de profundidad. No solo se trata de mejorar equipo, sino de entender a Khazan como personaje: sus limitaciones, su historia de caída y venganza. Hay peso narrativo, y se siente.
¿Lo negativo? La curva de aprendizaje puede resultar hostil para quienes vengan esperando un juego más permisivo. También se notan algunos detalles técnicos por pulir, como ciertas animaciones un poco toscas o transiciones abruptas entre zonas. Pero nada que rompa la experiencia general.
Conclusión:
La demo de The First Berserker: Khazan es una declaración de intenciones: visceral, desafiante y con un fuerte sello de identidad. No busca agradar a todos, pero sí dejar marca. Si te animás a romper el ciclo de rodar y empezar a parar, puede que descubras algo realmente especial.