Es una obra de arte con un trasfondo filosófico que te cala profundamente.
La exploración del entorno, aprender las mecánicas de juego, el modo en que está todo interconectado... podría pasarme horas avalando esta magnífica obra. Pero para entenderlo, tendrás que jugarlo. Si es así, prepárate a morir, por que lo harás una y mil veces.
Alabado sea el Sol.