Rockstar Games nos trae de la mano de Team Bondi esta maravilla atemporal que refleja la parte más oscura y criminal de Los Ángeles, L.A. Noire.
Este L.A. Noire no es un GTA, no tiene libertad de acciones, no es un mundo totalmente abierto, no se puede crear el caos y tampoco lo busca. L.A. Noire es un título de fuego abierto en tercera persona que convierte el hecho de ser el caballero bueno y amable, paladín de la justicia, en algo divertido y nos hipnotiza con su forma de resolver los crímenes y casos más enrevesados que os hayáis podido imaginar, ¿y cómo hace esto?, pués se apoya en varios pilares fundamentales:
Técnicamente es un juego prácticamente perfecto, mezcla unos escenarios cargados de detalles, aunque en ocasiones sean algo pequeños, con las mejores expresiones faciales creadas hasta la fecha, y este será un elemento clave para resolver los casos, pues debemos intuír la veracidad de los testimonios de los testigos por estas nimias expresiones.
La historia es todo un acierto y nos sumerge totalmente en la piel del típico policía que aspira a lo más alto dentro del cuerpo, y para ello necesitará de la ayuda de varios compañeros que no dudarán en recibir un disparo por ti.
Un apartado sonoro sobresaliente donde destaca el doblaje, en inglés eso sí, de grandes actores que se han prestado para la ocasión.
Y finalmente, todo esto apoyado en una jugabilidad que nos recuerda a los grandes de Rock Star Games.
L.A. Noire es tiroteos en un callejón sin salida, es persecuciones destrozando una recepción de hotel a su paso, es una historia que la podría haber firmado el mismísimo Scorsese, es adrenalina pura, y es uno de los mejores juegos desarrollados hasta la fecha. Una auténtica obra maestra. Si ningún juego del género lo ha superado a día de hoy, es sólo porque nada está por encima de la Ley, nada está por encima de L.A. Noire.