Lo mejor es poder elegir entre múltiples facciones y poder hacer el bien o el mal a nuestro antojo, sin personajes inmortales, tú decides a quien ayudar y a quien matar. ¿Que no te gusta el tonito de voz que te pone cierto NPC? Pues te lo cargas, te cargas a su familia, a sus vecinos y a todo el pueblo si te apetece. Eso sí, olvídate de las misiones que te pudieran dar.