Rising Storm 2: Vietnam es un juego que mezcla elementos realistas con elementos arcade, dando lugar a un resultado increíble y adictivo
Ambas facciones son únicas, bien caracterizadas y equilibradas según los hechos históricos (por ejemplo, los americanos cuentan con helicópteros y lanzallamas y los vietnamitas cuentan con trampas y túneles).
Armas y equipo detallados. Las diversas clases pueden optar a determinadas armas, cada una con sus variantes (por ejemplo, de la familia Kalashnikov encontramos el AKM, el Typo 56 y el Typo 56-1), y el equipo llevado también depende de cada clase (por ejemplo, unas clases llevan trampas, otras granadas de humo…). Esto, a mi parecer equilibrado, puede no gustar a quien le apasione la personalización de equipo de juegos como Battlefield o Call of Duty
Se mata de 1 tiro en cabeza, corazón y partes nobles (algo arcade), de dos tiros en el resto del cuerpo, es algo que a mi parecer es realista, aunque otros prefieren el sistema de las anteriores entregas (una bala un muerto).
Las balas tienen penetración de objetos según su calibre y el grosor y material del objeto disparado, algo muy positivo a mi parecer (es muy satisfactorio vaciar un cargador a través de una casa de madera y matar a dos o tres enemigos).
Correr hacia un objetivo a lo loco es una muerte segura, la necesidad de tomar coberturas, emplear granadas de humo, fuego de supresión o apoyo de artillería (o sucedáneos) lo hacen inmersivo.
Hay detalles que personalmente me apasionan, como poder extender o recoger la culata de algunas armas, poner o quitar bayoneta, a necesidad de cambiar la distancia de la mira para disparar a larga distancia, el selector de tiro o que la munición vaya por cargadores (no balas) que si dejas a medias los guardarás para cuando no te queden cargadores completos, y que para comprobar cuanta munición te queda en el cargador necesites revisarlo.
La HUD es minimalista, sólo se pueden ver los objetivos a capturar o defender, para ver más detalles deberás pulsar la tecla T, obteniendo información concerniente a la partida (cuanto tiempo queda, cuantas reapariciones tiene cada equipo…) o al soldado (en qué distancia está la mira, cuantos cargadores quedan…), lo que hace al juego extremadamente inmersivo.
La gente está todavía aprendiendo, no hay demasiado trabajo en equipo, pero el juego premia la comunicación y cooperación, la colaboración entre el comandante y los líderes de patrulla puede dar la vuelta a la partida. El sistema de coberturas estaba algo más pulido en el primer Rising Storm, y es incómodo inclinarse a los laterales, pero tampoco es algo demasiado molesto.
Quizás lo más molesto sean los bugs, que se van corrigiendo poco a poco pero siguen quedando algunos, aunque no entorpecen el desarrollo de la partida.
La escasez de mapas y modos de juego es algo que puede pasarle factura, pero no cansa rápidamente.
Los gráficos, aunque se noten algo viejos, son aceptables y no perjudican para nada la experiencia.
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Realismo
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Inmersión
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Entretenimiento para decenas de horas
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Escasez de mapas y modos de juego
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Bugs todavía no arreglados